Prensa

En un pulso entre voluntades, la cohesión interna es trabajable

por Salvador Espada Hinojosa

En un conflicto social, la parte confrontante se ha articulado a veces de forma espontánea y presenta una variabilidad interna en cuanto a objetivos y percepciones. En 2006 en la playa urbana "natural" de Los Baños del Carmen en la Ciudad de Málaga se desarrolló una lucha de "defensa del territorio" que agregó a una multiplicidad variopinta de perfiles. Dos proyectos institucionales amenazaban (y siguen amenazando) con la "alicatación" de la zona, que por aquel entonces tenía una naturalidad salvaje, con un bosque de eucaliptos protegido por el muro de un antiguo camping y unas playas mediterráneas de sedimentos naturales a ambos lados de un promontorio con un roquedal submarino rico en vida. Sobre el terreno realizamos Asambleas. Los distintos bloques de sensibilidad recorrían desde quienes sólo querían que no se eliminaran los árboles, a quienes planteaban la okupación de los edificios del antiguo camping o a quienes planteábamos también actuaciones marinas de arrecifes artificiales y replantación de praderas de fanerógamas marinas de forma experimental, o a quienes postulaban un uso cultural autogestionario de los espacios abiertos. El grupo humano variopinto adquirimos gran proyección y realizamos intervenciones exitosas como la presencia ante el Ayuntamiento de Málaga con despliegue de material playero (colchonetas, sombrillas, bikinis, sombreros de paja ...) con aportación de cinco mil alegaciones al plan general de ordenación urbana. La articulación de las distintas sensibilidades se beneficia a veces del contacto explícito. En ese sentido la presencia continuada en el territorio, las asambleas diarias o semanales en la playa, ayudaban a ir conociéndonos y a ir explicándonos unas a otras las aristas que podían estar separándonos. Cuando los medios locales están en alineamiento con las autoridades, pueden llegar a identificar fisuras en el movimiento confrontante, y a aprovecharlas. Por ejemplo, si hay una parte del colectivo que tiene reivindicaciones más "cortas", por ejemplo, preocupadas sólo por que no se eliminen árboles, una noticia de una modificación presunta de los proyectos en la línea de que se reduce la agresión a los árboles tensiona la cohesión interna porque esa sensibilidad se ve tentada de aceptar la salida del conflicto, mientras que otras de aspiraciones más extensas pueden ofuscarse. Un dominio potente del imaginario colectivo por parte de los medios, una penetración fuerte en la "creación de realidad" juega brutalmente en contra de la capacidad del colectivo antagonista espontáneo. Factores que pueden ayudar al colectivo contrapuesto es dotarse de una capacidad de análisis profunda y rigurosa (para saber interpretar certeramente las posibles concesiones y separar las triquiñuelas de los escenarios de victoria aunque fuera parcial), y de una comunicación interna cotidiana y extendida. Mientras más partes del colectivo sepan más de forma endógena y compartan más visión, menos efecto de fractura tendrán las malas artes desmovilizadoras.