Puerto

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Borrador para la Revista comunista austríaca Volksstimme

En EKH, noche del 20/Dic/2019 al 21.

Nosotras, la Humanidad, nos estamos extinguiendo. Mientras Australia arde en su verano de 41°C de temperatura media (record que durará poco), en la Ciudad de Málaga el bosque playero de los Baños del Carmen afronta un futuro incierto. Junto a él, la siempreviva malagueña con su mayor población mundial de unas cincuenta plantas, reciben una protección dudosa de una gobernanza enfermiza como nuestra política emponzoñada. Estamos, una vez más, como siempre, en un momento crucial. Crucial desde el siglo de Marx, Engels y Rosa Luxemburgo. Crucial todavía. El desarrollo de las fuerzas productivas hace creer al Jeque de Catar que un rascacielos en mitad del mar frente a la ciudad de Málaga alargaría su pene. Los penes de otras marionetas se endiosan también en ello. El alcalde de Málaga, el presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga no piensan descabellado levantar un coloso de Rodas aunque aquel que fue maravilla no llegó a durar hasta nuestros días. Málaga llamándoos a los turistas. Venid. Gastad la pasta.

Una empresa holandesa en la década de los 1990s amplió el Puerto. Las playas cercanas se desestabilizaron, pierden su arena. El ecosistema que había fue cambiado. El río que vertía sedimento y nutrientes ahora está embalsado, hormigonado, y su desembocadura artificialmente afeada. Los mecanismos de participación social son, como siempre, aunque algo mejor que cuando entonces, limitados. Escribimos alegaciones. Yo escribí que no lo hagan, que la cimentación es problemática. Que no sabemos el cambio de los fenómenos extremos, de los grandes temporales, ahora que Australia está ardiendo. Que puede caerse el rascacielos, que se le puede romper el bajante, y las cacas de las turistas pueden contaminar aún más nuestra Costa del Sol ya contaminada. Que ese dique de Levante podemos querer decrecerlo en las próximas décadas, para recuperar las playas naturales a Levante y a Poniente de él, en Huelin y en la Malagueta. Que el Jeque de Catar se encapricha pero que eso es poca cosa para una ciudad trimilenaria, para un puerto trimilenario. Que sobreviviremos, que sobrevivirá la siempreviva malagueña por la participación efectiva, por la emancipación de la gente que retomamos nuestros asuntos como son el dinero, la protección de la vida y el embellecimiento de todo, a todas las escalas, ahora.